La vida es sueño

Los sueños, esos amantes infieles y verdugos, reflejo de nuestra mente incansable y todopoderosa, producto de un subconsciente pluriempleado e insaciable que jamás dejará de crear. Capaces de sacar a luz todos nuestros demonios, nuestros más profundos temores o nuestros deseos más inconfesables e innobles.

Hay tantos sueños como personas, los hay que se convierten en pesadillas, haciéndote sudar y despertar con el corazón palpitante y una sensación de auténtico pánico y desconcierto, hay sueños que pueden llegar a humedecer las sábanas y retorcerte de placer, para luego despertar con una gran sensación de excitación y avidez, y los hay que sencillamente no tienen sentido ni razón de ser...pero siempre serán eso...sueños.



El poder de la mente siempre se me ha antojado como el poder de una neblina, suave e inofensivo en apariencia, pero peligroso y posiblemente letal en la realidad...

Pero incluso en el vacío de nuestro descontento, siempre nos quedará soñar, porque como dijo una vez un poeta que debió ser soldado: "Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son"