martes, 29 de noviembre de 2011

Déjà vu



Repitiendo los patrones del pasado, remendando los girones de sus crueles recuerdos.

La memoria es un regalo autoimpuesto,  irrechazable, que te sigue y castiga sin ningún tipo de medida o piedad.

Resulta curioso como la historia se repite una y otra vez cuando tienes una lección que aprender, algo que solucionar… pero ¿qué sucede cuando aquello que tienes que aprender implica la destrucción de algo de lo que no te quieres desprender?

El tic tac del reloj me apremia, siempre me persigue allá dónde vaya; y condenada a repetir las mismas historias con diferentes personajes noto como el tiempo se agota junto a mis ganas.



Y entre tedio y manecillas yo sigo buscando ese gran motivo que me vuelva a hacer amar las historias de final abierto.

3 comentarios:

  1. Muy bueno, me gusta mucho¡¡¡¡
    Un beso enorme¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Significa miedo. El cambio siempre implica temor a perder algo que se tiene seguro.El miedo es lo que no impide avanzar, lo que hace que te quedes parado en una silla recreandote en tu ansiedad.

    Es una sensación que conozco bastante bien... por desgracia. No se si es más valiento o más cobarde por decidir enfrentarte o no a lo que te atenaza de esa manera, lo que es seguro es que no hacer nada solo te deja igual que estás. Es decir, bien jodido.

    Y yo últimamente solo hago que escuchar el puto tic tac...

    ResponderEliminar
  3. Pequeña furia, es casi inevitable que ocurran estos incidentes.. ya sabes, aunque lo intentes evitar.. hay quienes tropezamos siempre en la misma piedra una y otra, y otra vez...
    Por ello, piensa que, alguna de estas veces serás capaz de saltarlas... eso es un echo..
    Un beso Nola

    ResponderEliminar